La Opresión por Parte de La Moda
En las primeras líneas del Capitulo X, del libro de Laver
James: “Breve Historia del Traje y de la Moda”, nos ubica en un contexto de
post guerra, donde la moda se ve
devastada y empieza a resurgir. La moda en ese momento se basaba en corsets,
faldas anchas y zapatos con taco aguja, no me surgió de otra manera, conectarlo
con la opresión hacia la mujer.
Lo más importante en
ese entonces, era lucir de acuerdo al estereotipo establecido, mostrando
felicidad, los cuales eran reflejados en los colores de sus prendas, dejando de
lado totalmente a la comodidad. La moda, luego de la década del ‘40, “obligaba”
a las mujeres a lucir de manera similar, desde el corte de cabello, a los
hombros, los peinados de día con sombrero y para la noche suelto y con rizos.
Llegados a los ’60, las mujeres empiezan a buscar comodidad
a la hora de vestir y así surge el pret a porter enfocado en los adolescentes,
aunque los diseñadores no dejan de utilizar al cuerpo femenino como un objeto
que debe lucir de forma erótica.
Aparecen los pantalones, la minifalda y los cortes de
cabellos marcados. Las casas de moda establecían que outfit iba con tal
maquillaje, lo cual, según el libro, no era cuestionado, lo que me impacta
demasiado ya que, nuevamente, se la obliga a la mujer a lucir de una determinada
manera.
Los ’70 llegan con un aire más liberal para la mujer,
acompañado con un estilo de vida sencillo, donde se muestran estilos más cómodos,
como faldas y camisas amplias. Aunque no para todos fue así, gran parte de las
mujeres “cayeron”, en la moda de los pantalones ajustados, donde las nalgas
formaron parte de la parte del cuerpo erógena a destacar. Nuevamente, la moda,
o mejor dicho, los diseñadores, tomando a la mujer como un objeto.
En el mismo año surge el estilo punk que hace una crítica de
manera violenta al consumismo de la época, donde predominan las cadenas, los
pantalones rotos, chaquetas de cuero, los peinados en punta y de colores. Lo más
impactante fue, que la industria tomo este estilo fuera de la moda
convencional, para convertirlo en tendencia y así tener a todos bajo la lupa
otra vez.
Llegamos a los ’80 y las mujeres se adueñan del traje
masculino y “las revistas empiezan a mostrarse menos estrictas a la hora de
vestir, proporcionando ideas y consejos para armar nuestro look propio”, según el
capítulo.
A través de los años la moda sostuvo a la mujer como un
objeto erótico para el hombre, llevándonos a consumir la moda que estaba
establecida según cada década, aspirando a un estereotipo.
Actualmente la moda sigue cumpliendo la misma función,
lamentablemente, aspirando a un estereotipo de belleza inalcanzable, aunque en
los últimos años surgieron diseñadores que mostraron a la mujer en su
naturalidad, apuntando a la inclusión de los cuerpos, de tonos de piel y también
se muestra la inclusión de diferentes géneros, llevando a la ropa a
clasificarse como “unisex”. Estas nuevas propuestas harán que, tanto la mujer,
como los géneros oprimidos por la sociedad, se muestren de manera libre y
marquen un antes y después para todos nosotros.
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