Año 2001. Según las reglas matemáticas, el comienzo del nuevo milenio. Según un joven de 18 años, también era el comienzo de algo nuevo. Alexander Wang apenas había hecho un curso de verano de diseño en la Central Saint Martins de Londres cuando decidió empacar sus valijas e irse a Nueva York. Apasionado por la moda, se inscribió en la carrera de Diseño de Indumentaria de la escuela Parsons. Sin embargo, la misma pasión por la moda que lo llevó a estudiar hizo que dejara la carrera en su segundo año. Ansioso por trabajar y “ensuciarse las manos”, Wang abrió las puertas al mundo y dejó que el público disfrutara de su creatividad, fundado su propia marca en 2005. “Mi idea desde el principio siempre fueron dos cosas: contar una historia y construir una conexión con el consumidor y la audiencia. En mi opinión, si no tienes esas dos cosas, no vale la pena.” Sensible y soñador, su amor por la moda comenzó desde muy temprana edad. De niño, ayudaba a su madre a confecc...