Año
2001. Según las reglas matemáticas, el comienzo del nuevo milenio. Según un
joven de 18 años, también era el comienzo de algo nuevo.
Alexander
Wang apenas había hecho un curso de verano de diseño en la Central Saint
Martins de Londres cuando decidió empacar sus valijas e irse a Nueva York.
Apasionado por la moda, se inscribió en la carrera de Diseño de Indumentaria de
la escuela Parsons. Sin embargo, la misma pasión por la moda que lo llevó a
estudiar hizo que dejara la carrera en su segundo año. Ansioso por trabajar y
“ensuciarse las manos”, Wang abrió las puertas al mundo y dejó que el público
disfrutara de su creatividad, fundado su propia marca en 2005.
“Mi
idea desde el principio siempre fueron dos cosas: contar una historia y construir
una conexión con el consumidor y la audiencia. En mi opinión, si no tienes esas
dos cosas, no vale la pena.”
Sensible
y soñador, su amor por la moda comenzó desde muy temprana edad. De
niño, ayudaba a su madre a confeccionar su ropa y copiaba en papel las prendas
que veía en las editoriales. Recuerda, con mucho cariño, que una de sus
primeras memorias es acompañar a su madre a la peluquería y mirar las revistas
de belleza y moda que allí se encontraban. Como todo niño curioso, en una
ocasión se llevó una revista a su casa. En una escena típica de película, su
interés por la moda nació entre aquellas páginas robadas y mal gastadas de
tanto uso.
“Diría
que no soy el tipo de diseñador que dice que se va de viaje y eso va a ser a lo
que dedique la nueva temporada. Usualmente, empieza por un sentimiento
abstracto o una reacción sobre lo que haya hecho antes y de ahí parto.”
Su
estrellato llegó en 2009, cuando fue el ganador del premio de Diseñador del Año
(CFDA), organizado por Swarovski y Vogue, popularmente conocido como el “Oscar
de la moda”. Ese mismo año, también fue el ganador del Swiss Textiles Awards.
Nuevamente, en 2010, Wang fue anunciado como el Diseñador del Año.
Esta
serie de triunfos lo llevó a que en 2012 fuera nombrado Director Creativo de la
firma Balenciaga. De esta manera, le otorgó a la casa francesa un estilo
moderno y urbano, similar a su marca personal, pero con líneas más suaves y cortes más
curvados. Sin embargo, pese a las buenas críticas, Wang se retiró del cargo en
2015 por razones desconocidas.
Su
lista no para de acumular logros: en 2014 tuvo una colaboración con H&M y,
desde 2016, diseña colecciones para Adidas.
“Todo
el mundo se puede arreglar y verse glamouroso, pero es lo que la gente viste
todos los días lo más intrigante.”
Wang y la actriz Fan Bingbing en la fiesta de lanzamiento de Alexander Wang x H&M en Shanghái.
De
padres taiwaneses, pero nacido en San Francisco. Su mezcla de raíces se refleja
en la marca, donde se focaliza en el estilo urbano, deportivo y “sin esfuerzo”,
pero con una reminiscencia oriental definida por el uso del negro como color
principal en todas las colecciones.
A
Wang no le interesa el lujo de las red carpets. Es un firme seguidor de los
jeans y las remeras, los cuales considera que pueden brindar el mismo glamour
que un vestido de alta costura. Es por eso que crea prendas para el día a día
tanto para mujer como hombre.
Sus
prendas son de líneas básicas y casuales, donde se mezclan lentejuelas, roturas
y cierres. Se caracteriza por los pantalones boyfriend y las medias rasgadas.
Sin embargo, su prenda más icónica y esencial de su identidad es el bolso Rocco
Duffel (con forma cilíndrica y tachas en la parte de abajo).
Wang
busca diseñar moda ponible, pero siguiendo las tendencias, prendas que permitan
moverse con libertad. Con el lema de no ser “prisionera” de las prendas, sus
diseños tienen la versatilidad del estilo tomboy. Además, apuesta por el
equilibrio entre lo masculino y sensualidad femenina, utilizando recortes que
dejan a la vista pequeñas partes de piel.
“Nunca
hice algún deporte al crecer. Tal vez es por eso que me intrigan. La tecnología
que se usa en esas prendas es avanzada, por lo que siempre ha sido algo hacía
lo que miro.”
Wang junto a sus padres en el cierre de su desfile Primavera-Verano 2020.
En
su ultima colección (Primavera-Verano 2020), Wang optó por rendir homenaje a
los diseñadores americanos icónicos de finales del siglo XX: Calvin Klein,
Donna Karan y Ralph Lauren. Los tres diseñadores son grandes influencias de
Wang, ya que todos comparten ese aspecto pulcro pero minimalista y elegante.
-Lo
que me trajo aquí, los pioneros que me abrieron el camino. La moda americana y
haber nacido en América me ha influenciado muchísimo. No solo las marcas, sino
lo que representaban: mujeres fuertes y desafiantes.
“Todo
el mundo siempre me pregunta quién es mi musa, o quién es la chica que tengo en
mente, lo que es una pregunta difícil de responder porque siento que es una
sensibilidad que varía para cada persona.”
Comentarios
Publicar un comentario