En este momento en que no dejan de aparecer nuevos cantantes pop y en los cuales muchos casos, sus canciones son éxito del momento, pero luego desaparecen, el nombre Sam Smith podría pasar desapercibido. Pero basta con haber prendido la radio en 2014 y haber escuchado una y otra vez sus canciones, como I’m Not The Only One o Stay With Me, para darte cuenta que Sam es uno de los músicos contemporáneos más brillante que hay. Sin dudas, un cantante y compositor dotado de un gran talento.
Pero
si queda alguna duda de esto, podemos medir su impacto en cifras: 16.400.000 de
copias vendidas, en total de sus dos álbumes In The Lonely Hour y The
Thrill Of It All, además de haber sido número 1 en países como Canadá,
Estados Unidos, Inglaterra, Nueva Zelanda, Australia, Suiza, etc. También ganó
cuatro Grammy, entre los cuales están Mejor Canción y Mejor Álbum; y un Oscar a
mejor canción original, por Writing’s On
The Wall.
Pero
detrás de tanto éxito, y atención mediática se revela un artista muy emocional.
Así lo podemos notar en I’m Not The Only
One, una canción que se sumerge en los matices de la infidelidad
descubierta y la complicidad silenciosa y culposa, retratando la condición de
mujeres que a diario soportan esa situación, explícitamente en su video. Por
otro lado, Stay With Me, es una
declaración emocional y un pedido desesperado por amor y atención: “¿Por qué no
te quedas conmigo? / Sos todo lo que necesito / Esto no es amor, claramente se
puede ver / Pero cariño, quedate conmigo.”
Aunque lo que nos ha impresionado de Sam desde sus inicios, no son solo sus letras, sino también el impresionante talento que posee este londinense de tez blanca, que pareciera haberse apropiado de una potente voz negra, y una inmersión en el soul de Aretha Franklin.
Los orígenes de Sam Smith.
Su
debut llegó en 2012, cuando hizo una colaboración con Disclosure, el proyecto
de los hermanos gemelos Lawrence, en la canción Latch (la cual llegó a la posición 13 en el escalafón Billboard).
Fue entonces cuando el público del dúo electrónico mencionado anteriormente
comenzaron a preguntarse de quién era esa voz. En ese momento, Sam, quien había
estudiado composición y canto con la pianista Joanna Eden, tenía nada más que
21 años, y no era muy conocido, más que por estar vinculado con ensambles de
jazz, y haber participado en un coro. Pero sin dudas era un muchacho ansioso en
busca de una oportunidad que pudiera ayudarlo a comenzar una carrera de lo que
amaba.
Luego
de hacerse más conocido por este éxito, recibió un llamado de Shahid Khan,
mejor conocido como Naughty boy, quien también debutó ese mismo año, para
grabar un sencillo a dúo que tenía tonos bollywoodenses, titulado La La La. Este último también fue un
éxito, y alcanzó posiciones altas en las listas. Por alguna razón todo lo que
hacia y tocaba Sam parecía convertirse en oro.
Fue
en ese momento cuando decidió publicar su primer EP, que es un disco de seis
canciones previo al álbum, el cual fue muy prometedor. “Este es un primer paso,
promisorio, de un talento impredecible”, señaló el criticó Andy Kellman, del
portal Allmusic.com, en el momento en el que salió el EP.
Luego
de esto, lanzó su álbum completo, y si bien este recibió buenas críticas, en las
cuales se afirmaba que era un buen inicio para un nuevo cantante, lo alababan
por su capacidad vocal, y hasta lo etiquetaron como el “Adele hombre”, también
había algunas críticas en donde se daba a entender que el cantante no había
dado todo lo que tenía para dar, y que sus canciones eran muy convencionales,
“Es una lástima que este álbum no sea más raro, más arriesgado, pues tiene
talento”, opinaba Harriet Gibsone para The Guardian. Sin embargo los premios de
la música no coincidieron con esto, y obtuvo la nominación a mejor artista
nuevo, álbum del año, y mejor álbum de pop vocal.
“Cada
día todo es un poco más loco. Recibo buenas noticias todos los días, y tengo
mucho miedo del momento en que todo se detenga, si es que se va a detener.”
confesaba un Sam Smith, más emocional y frágil, en una entrevista con The
Guardian en Agosto del año 2014.
Pero definitivamente no se detuvo. Pasan los años, y Sam Smith sigue siendo un artista con un talento inigualable, al cual todos deberíamos escuchar y disfrutar, porque más allá de su voz, Sam es una persona dulce y emocional, que nos comparte esa faceta en las letras de algunas de sus más lindas canciones.
Comentarios
Publicar un comentario