Ni para ellos ni para ellas, para ¿todes?
La moda hoy
propone una variedad de estilos entre lo masculino y lo femenino que parece
nueva, pero no lo es. Avanzar y seguir diluyendo los géneros parece ser el eje
de modernidad por donde circulan las tendencias.
En el texto “El vestido y la diferencia sexual” de Camilo
Retana escrito para su Tesis de postgrado, se habla de la diferencia sexual en
la indumentaria.
Desde mucho tiempo atrás,
la sociedad ha impuesto y dividido la moda en dos. Ropa para hombres, y ropa
para mujeres. Se obligaba a vestir y ser de una manera específica dependiendo
de la sexualidad de cada uno.
Si uno era hombre, tenía prohibido utilizar una
falda por ejemplo, porque esto seria muy mal visto. Le quitaría masculinidad. Se impuso la idea de que según que tipo de ropa se utiliza, allí
es donde se define la sexualidad del individuo.
Lo cual para mi, es una total injusticia ya que uno puede
tener total libertad de utilizar la moda en la manera que quiere. Uniéndome a
lo que comento Camilo, la idea que se tenía en el pasado estaba errada.
El hombre no deja de ser hombre por utilizar una falda, y la mujer sigue siendo mujer utilizando por ejemplo, un traje. Desde mucho tiempo atrás, se genero una guerra en la moda y hasta el día de hoy se trata de ganarla.
En el presente, esto se ha revolucionado de una manera muy
grande. Las cosas han cambiado, la moda ha avanzado y se ha creado una nueva sección.
O mejor dicho ya no hay mas de esa división de indumentaria para hombres y
mujeres.
A través de esta revolución creció la moda andrógina.¿Qué es la moda andrógina? El termino andrógino proviene de la palabra griega «Androgynus» (Andro: masculino – Gynus: femenino) y se utiliza para designar a la moda y las tendencias que combinan elementos propios de las mujeres con otros de los hombres.
Se lo puede conocer como unisex, que significa adecuado
para ambos sexos. Esta moda esta pisando fuerte en esta generación. Juega con
la ambigüedad, con la libertad de ser uno mismo y vestirte de la manera en que
te sientas más cómodo.
Se vino una nueva era con una nueva manera de sentir la
moda, un paso más en la evolución del vestir. Los paradigmas conocidos ya no
son aquellos que supimos conocer y vestir. La barrera del no gender se está
transformando, empieza a ser menos radical y se acerca más a la realidad
cotidiana.
La vida ya no es blanco y negro y son esos matices
intermedios (ni siquiera hay que llamarlos grises) los que dan una nueva
mirada.
¿Acaso la identidad depende de la intolerancia o inseguridad de una
persona? La moda una vez más se muestra incorporada a la sociedad con algo más
que ropa para vestir el cuerpo.
La tendencia no gender no solo dice presente en la
indumentaria. Este movimiento está provocando un gran cambio en la manera de
vivir. Los hombres están siendo empatados por las mujeres. Tienen así la mujer
la misma posibilidad de decidir que el hombre.
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